martes, 26 de junio de 2012

Capítulo 1: Comienzo


       El aburrimiento es extremo, las horas pasan con imposible lentitud en la exasperante monotonía de las clases. Las moscas revolotean por el aula captando la atención de los alumnos con sus constantes choques contra los cristales de las ventanas. La profesora hace una llamada a la atención de sus alumnos, que estaban haciendo caso a cualquier cosa menos al temario de historia de la filosofía que les estaban explicando.
     Mientras la maestra se quejaba del poco caso que le hacían y les recriminaba su propia irresponsabilidad por descuidar de esa forma sus estudios, ella proseguía con su monólogo mientras  los alumnos, por su parte, volvían a sus propios mundos donde no entraban ni Platón ni nada que tuviese que ver con su filosofía.
     Finalmente toca el timbre que indica el comienzo del recreo y, tras algo de revuelo, los chicos y chicas desfilan por la puerta del aula en busca de sus amigos de otras clases.
     Gaia, una chica de 17 años, ojos azules, pelo largo, dorado- cobrizo y actitud fría, que acababa de abandonar la clase, se apoya con absoluta elegancia contra la pared enfrente a la puerta del aula contigua a la que ella acaba de abandonar y espera, pacientemente a que salga Serenna, una hermosa peli-castaña, de ojos dorado oscuro; cuando esta, se reúne con ella, se saludan y juntas se dirigen hacia el lugar donde habían quedado con otros de sus amigos.
     Llegan finalmente al lugar acordado donde las reciben Teroth, su pareja Arisa y la tercera en discordia, Lune; los dos primeros pertenecen a otro instituto y la tercera va un curso por debajo de las chicas, que están en último año.
     Tras los correspondientes besos y abrazos, todos comentan como les ha ido el día y narran anécdotas divertidas de lo que han hecho o dicho otros compañeros y profesores, seguidamente se quejan por las clases que aún les quedan y, entre bromas y conversaciones pasa el tiempo. Lune, avisa de que acaba de tocar el timbre para volver a las aulas y, muy a su pesar, se separan los amigos para soportar, dos tediosas horas de clase o, más bien, para, “dormir un rato” sobre los pupitres.
     Pasadas las correspondientes horas, el timbre que tanto se ha hecho tardar, suena anunciando el final del horario lectivo y, aprovechando que es viernes, los alumnos salen causando más alboroto del acostumbrado al recoger sus cosas y vaciar las aulas.
     Gaia, con los cascos puestos, se dirige, como acostumbra, a esperar al bus que la llevará a casa; como siempre, encerrada en sus pensamientos, camina por la acera exterior al centro de estudios al ritmo que marca la canción que estaba escuchando en ese momento, totalmente ajena al hecho de que un apuesto e impresionante moreno de pelo largo y liso y ojos chocolate la sigue. Cuando el joven la alcanza, se pone a su altura y le toca la mano con cautela. Girando la cara, Gaia, se encuentra frente a frente con su novio, Aziel. Durante un segundo, una sonrisa rompe la sempiterna seriedad de su rostro, al momento, ella se quita uno de los cascos, y, en el mismo movimiento, lo abraza feliz, sintiendo los músculos del chico flexionarse bajo la piel. 
     Aziel le devuelve el abrazo con gusto, las muestras de afecto de su niña, no son muy frecuentes de modo que, tomando provecho de la situación, la alza entre sus brazos sintiendo la suavidad de su piel bajo las manos, la hace girar a su alrededor y, finalmente, la besa con pasión.
     Una vez se separan, Gaia le toma la mano y continúan con el camino hacia la parada del bus como si no hubiese ocurrido nada, comentan como les ha ido el día y lo que han hecho durante la mañana.
     Cuando llega el autobús, con pena, se separan y Gaia, una vez sentada, vuelve a cubrirse los oídos para que nadie la moleste y pierde su mirada en algún punto del paisaje que pasa ante sus ojos en la ventana. Llevaba todo el día con dolor de cabeza, una molestia que parecía estar poco dispuesta a desaparecer.
     Ella estaba deseando llegar a casa, echarse en cama, y dormir una pequeña siesta a ver si el condenado dolor remitía lo suficiente como para permitirle hacer los deberes y estudiar sin tener que forzarse.
       Una vez en casa, sube al estudio y se quita la mochila y los cascos, quita también la cazadora y baja a comer. Cuando llega abajo, saluda a su padre que está en el salón y va hasta la cocina, donde su madre está viendo las noticias.
       Al entrar la saluda como siempre y se sienta a comer, una mueca de disgusto cruza su cara, se pregunta por qué nunca podría haber algo que le gustase para comer. Bufando, tomó la primera cucharada de puré de calabaza y detuvo las arcadas justo a tiempo, respiró hondo y tomó otra, las arcadas volvieron. Esto va a ser muy largo suspiró, y siguió comiendo para ahorrarse escuchar el ya consabido discurso sobre desaprovechar la comida, que había gente muriendo de hambre y que ella tiraba tal regalo por el fregadero…
       Mientras luchaba contra su cuerpo para obligarlo a ingerir algo que le resultaba tan repugnante escuchó de fondo la televisión en la que daban las noticias; el presentador estaba hablando acerca de una consecución de brutales asesinatos que se habían producido a primera hora de la mañana en un pequeño pueblo; no quedaba ya nadie con vida, parecía que un grupo de animales habían atacado a una persona y que la sangre, les había puesto ganas de más y acabaron por destrozar el pueblo al completo.
      Nadie podía explicar que era lo que había ocurrido y comentaban el terrible estado en el que se encontraban los cadáveres. Por unos instantes, la cámara enfocó, como por error, uno de los cuerpos, lo que le arrancó un grito a la madre de Gaia, mientras que ella se quedaba fría. En ese instante algo similar a un flash cruzó su mente y vio a una manada de lobos enormes atacando, se vio a sí misma en medio de un bosque, armada y luchando contra los cinco lobos que formaban la manada. El dolor de cabeza volvió, ms intenso que antes y la imagen desapareció, acompañada de una violenta arcada, coincidiendo este momento con el que ella introducía una cucharada en su boca e, instintivamente, vomitó todo lo que había ingerido.
    Enfadada consigo misma se limpió la boca con el dorso de la mano y, luego limpió lo que había manchado y subió a su cuarto con la escusa de sentirse mal. Apoyada sobre la cama, cerró los ojos en in intento de aliviar su dolor de cabeza. Poco después e intentando calmarse y destensar sus músculos, se quedó dormida.
     Las sombras de esa zona las proporcionaban los enormes árboles, el prado circular, estaba despejado, en sus manos dos espadas de tamaño medio. Frente a sus ojos, un apuesto chico de pelo blanco y piel azulada y oscura, con ojos rasgados y también armado sonreía. Gaia no sabía cómo reaccionar pero cuando el joven atacó, su cuerpo se movió solo, ataques y defensas se sucedían sin pausa, la sonrisa retadora del chico se iba esfumando y cambiaba a una mueca de concentración, él tenía un gran estilo con la espada, pero también ella lo tenía aunque desconocía totalmente de dónde lo había sacado. La sangre manchaba sus ropas y finalmente, ella venció.
-          -  Volvemos a lo de siempre – el hombre sonrió.
-         -   No lo dudes Valiant – era esa realmente su voz, dudó, pero salía de sus labios, se sentía extraña, veía lo que hacía y oía lo que decía pero no tenía la seguridad de mantener el control de su cuerpo, probó y comprobó que realmente su cuerpo la ignoraba olímpicamente y, la parte de su personalidad que siempre ocultaba tras una gran capa de autocontrol era la que dominaba su ser, su frialdad y la energía que la envolvían delimitaban un campo de ataque indeterminado. Pronto la capa de poder que la rodeaba desapareció regresando a su cuerpo y tomando este con lentitud.
-          Hermana, te echaba de menos – el hombre peliblanco seguía hablando sonriente de nuevo.
-          Si no viajaras tanto no te pasaría esto – le estaba reprochando algo a semejante tipo, la pobre Gaia ya no sabía que pensar, daba la impresión de que tenía bastante confianza con él, impresión que se intensificó cuando él llegó hasta ella y la besó la sonrisa sin perder esa inquietante sonrisa.
      Ante la sorpresa que todo eso le provocó, Gaia abrió los ojos en cama. A que ha venido eso, se preguntaba seria,  mirando al techo de su cuarto con la cabeza en las imágenes que acababan de alcanzarla como una bofetada. Por qué aquel tipo le había llamado hermana y, por qué había besado su mejilla; más importante, quién era él, de qué lo conocía y por qué ese beso se había sentido tan natural.
     El dolor de su cabeza se había incrementado, el sueño, en lugar de aliviarla había hecho empeorar todo. Fastidiada, dolorida y molesta consigo misma, se negó a cerrar los ojos y se levantó de la cama, se detuvo inmóvil durante unos instantes por el mareo de moverse tan rápido después de tanto tiempo de inmovilidad. Pensando en qué había hecho para estar así en ese momento y susurrando por lo bajo que alguien debería odiarla, fue al estudio y encendió su ordenador portátil.


Añado una imagen de las armas a las que se hace referencia en el próximo capítulo, son sais, si alguien quiere saber más de ellos.



miércoles, 20 de junio de 2012

La historia

 A partir de ahora empezaré a publicar la historia de Los Guardianes del Portal, actualizaré según pueda.

lunes, 13 de febrero de 2012

Añadidos a apariciones de personajes:

   Una imagen de Efrén más vestido de combate.


 Ropa Gaia:

  Ropa para diario en Kayria (mundo humano según la terminología élfica).

     Trajes de combate más o menos.

    De caza por Kayria un sábado de noche (sin las gafas) y sin pistolas, solo armas cuerpo a cuerpo.

 También estoy pensando en el vestuarios de lo otros personajes pero tomadlo con calma.

Más personajes:

   Seguimos con los lobos:

    Serenna:



       He aquí, lo de las orejitas no lo tengo muy claro aún, no creo que las lleve en forma humana.

Teroth:

   

    Exactamente así pero sin alas, el tatuaje está tapado por la venda en la mano izquierda.

 Rothert:


    

Pasamos a los vampiros:

   Danielle:                                                  
  Similar pero con el pelo más corto y mas ondulado, y sin cruz.

 Elein:

 Ropa habitual. De cara.

 Y el pelo.

Arisa:

  Con mechones rubios.

 Lune:
   Algo así pero menos etérea.


Ahora la chica ángel:

 Lianne:
  Pero con el pelo más corto.

 Y el que me faltaba de los principales

  Flinn:
   Algo así pero sin alas ni armadura.




viernes, 10 de febrero de 2012

Más personajes


Esto es una aproximación a los personajes para que os hagáis una idea.

 Gaia, vamos que yo, pero en elfa:

    El pelo más largo, hasta la cadera, medio rubio y con mechones cobrizos y las orejas algo menos exageradas.




    Vestida como aparece la primera vez que va a Kreyan:




 Vestida normal:

    Con el vestido en azul.


  Estas dos últimas imágenes son para que opinéis porfa y para que os hagáis una imagen de lo que os decía de elegancia y protocolo.


Mi madre, Eileen:

   Con los ojos como los de Erion




Erion:

 La cara igual pero en castaño y los mismos ojazos.




Valiant con el poder liberado:




Aziel? Yep, mi lobito favorito:

     

   Guapo verdad? Ahora las de persona.


  Como es obvio sin pendiente ni ojos azules, marron chocolate más bien.

  Puede que tal que así pero más moreno y el flequillo hacia el otro lado, como arriba.

  Con ropa de combate, sin colita, gafas (excepto en verano) y sin alitas raras sobre las orejas. Además, es moreno!!

  Angelo:


  Tal que así, con guadaña incluída.

   De cara más bien así pero bueno... más rubio.

  Vestido para combate. y con el pelo más largo.

  Efrén:

  Es lo más parecido que encontré a lo que había imaginado.

  Kaien:

    Tal que asi, pero no exactamente.
 Más bien asi. Pero con el otro tatuaje y la espada.

 Ya pondré a más y más imágenes cuando me acuerde o me apetezca.

 

Este es Valiant

jueves, 9 de febrero de 2012

Relación de personajes:

  NOMBRE       -     ESCUDO     -     MARCA PERSONAL   -   ESPECIE/RAZA

 - GAIA (alia)   -   phoenix   -   rosa de sangre   -   elfa
 - AZIEL (martin)   -   dragón   -   rosa encadenada   -   licántropo
 - EFRÉN (mike)   -   cuervo   -   estrella negra   -   señor de sombras
 - ELEIN (nati)   -   araña   -   ojo eterno   -   vampiro 
 - ANGELO (aaron)   -   ruiseñor   -   calavera alada   -   angel
 - SERENNA (luci)   -                 -                         -   licántropo
 - TEROTH (aniki)   -   león   -   estrella de tres puntas   -   licántropo
 - ARISA (lari)   -               -                              -   vampiro
 - KAIEN (taicho)   -   perro   -   demonio   -   licántropo
 - FLINN (roque)     -   dragón   -   cola sangrienta   -   lagarto (draconio)
 - LUNE (ely)   -                 -                             -    vampiro
 - ROTHERT (chico del grupo)    -                  -                   -    licántropo
- DANIELLE (gami)    -                                 -                    -    vampiro
 - LIANNE (chica del grupo)   -                       -                   -   ángel
 - VALIANT (príncipe heredero elfo)   -   serpiente negra   -   tribal de sangre   -   elfo
 - ERION (príncipe elfo)    -   serpiente blanca   -   tribal de bosque   -   elfo
 - EILEEN (reina elfa)    -    unicornio alado   -    hada    -   elfa

 En principio estos son los personajes principales. Alguna sugerencia para los espacios en blanco??

  Tengo pensado subir el libro por capítulos pero tengo que pasarlo a ordenador primero de modo que... llevará su tiempo.